Imagen - Vasija de Cacao - K6706 © Justin Kerr FAMSI © 2005:
Christina Luke
 

Proyecto Vasos de Mármol Estilo Ulúa: Divulgación de Resultados

Conclusiones

Los resultados de este estudio multidisciplinario indican ciertamente una producción centralizada para los vasos de mármol estilo Ulúa. La habilidad implícita en el tallado de estos vasos, así como los conocimientos requeridos para esculpir la iconografía, constituyen un sello distintivo de artesanos altamente capacitados (véase Reents-Budet 1994, 1998; Reents-Budet et al. 2000). Además, la alta frecuencia de distribución en el importante sitio de Travesía y en sus adyacencias inmediatas, junto con los resultados químicos que apuntan hacia una fuente primaria de obtención con dos posibles fuentes secundarias, son un argumento a favor de un lugar de producción central. El número de vasos cuya existencia se conoce (aproximadamente entre 150 y 200) y el extenso marco temporal de su producción, que supera aproximadamente los 200 años (650-850 d.C.), sugieren una microtradición especializada ubicada en el valle inferior del Ulúa durante un período de tres a cuatro generaciones. Aproximadamente se habrían producido entre cincuenta y sesenta vasos bajo las órdenes de un maestro escultor en un taller central con dos o tres aprendices. Este tipo de organización sugiere la existencia de un sitio próspero capaz de sostener el taller, que al mismo tiempo actuara como nodo para la comunicación del conocimiento relacionado con la imaginería sagrada de los vasos y el intercambio de bienes de lujo, entre los que se habrían contado los vasos mismos.

Travesía ha sido considerado desde hace tiempo un sitio clave dentro del valle (Stone 1941), pero no un sitio considerablemente más grande o más poderoso que otros centros regionales (Joyce 1991, 1983). Cada centro pudo haber tenido una iconografía específica asociada a sí, bajo el más amplio canon de Ulúa. Travesía usó cerámicas polícromas como marcadores visuales de identidad (Joyce 1991), y tal vez hasta esculturas y materiales de construcción –piedra blanca labrada– y vasos de piedra blanca labrada. Y, Travesía también pudo haber tenido un predicamento considerable sobre la producción y el movimiento del cacao. Situado en las riberas del río Ulúa, y en tierras sumamente aptas para el cultivo del cacao, el acceso a las rutas de intercambio y comunicación, como resultado de esta importante demanda de mercancías, puede haber situado a Travesía en una posición particularmente favorable entre los demás centros regionales. Los artículos de lujo habrían señalado la prominencia social del sitio. Los miembros más importantes de la comunidad pueden haber regalado vasos para formar y fortalecer alianzas con poblados más pequeños que formaran parte de la más amplia comunidad de Travesía. El movimiento del cacao por el río puede haber permitido a los miembros de la comunidad recibir y al mismo tiempo regalar artículos de lujo a dignatarios extranjeros. Y, a medida que con el tiempo las rutas de intercambio dieron un giro de su foco en el sur hacia la esfera del norte del Caribe, los cánones de los vasos de mármol cambiaron.

Como conclusión, las tradiciones de larga duración de vasos de piedra blanca en Honduras (véase Luke et al. 2000), permitieron que un grupo especializado de artesanos y mecenas de Travesía compartieran habilidades y recursos en la tarea de desarrollar una tradición de lujo muy específica. Dicha tradición puso al valle del Ulúa en el más amplio mapa de Mesoamérica de una manera que no se había dado hasta el momento. Los objetos producidos en la región, especialmente las cerámicas polícromas y los vasos de mármol, influenciaron la producción artesanal en las regiones sureñas de El Salvador, Nicaragua, y el norte de Costa Rica. Y en épocas posteriores, estos vasos de mármol tan elaborados terminaron llegando a sitios importantes de las tierras bajas mayas del centro, junto con otras tradiciones de vasos de piedra blanca del Clásico Tardío conocidos en las tierras bajas del centro y del norte, y en México –restringidos también en cuanto a su número y estilo y limitados a contextos putativos de élite (véase Luke 2003a). El vínculo con los vasos de piedra blanca de distintos estilos (maya, yucateco, y mexicano) como objetos de élite está claramente mostrado en la asociación de unos y otros en los sitios de El Abra, Altun Ha, San José, Yaxchilán, Uxmal, Ek Balam, y Chichén Itzá, entre otros. Y en muchos ejemplos, los jades elaborados o los objetos de oro también fueron asociados con los vasos en contextos verdaderamente extraordinarios (véase Luke 2003a). Los vasos de mármol del valle de Ulúa se encuentran entre los más bellos de toda Mesoamérica, e indican claramente una comunidad que estaba interactuando dentro de un vasto "Corredor Mesoamericano", que iba desde Guanacaste hasta las tierras bajas mayas del centro.

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