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Proyecto Vasos de Mármol Estilo Ulúa: Divulgación de Resultados
Investigación sobre el Clásico Tardío en el Valle Inferior del Ulúa, en Honduras
Al igual que otras regiones de las tierras bajas mayas, el valle inferior del Ulúa experimentó un período de crecimiento sin precedentes durante el período Clásico Tardío (ca. 600-800 d.C.) (Henderson 1997a, 1997b; Joyce 1991). Algunos centros regionales, ubicados en forma más o menos equidistante unos de otros, estaban rodeados por centros más pequeños y por poblados, que tal vez fueran prósperas granjas. La distribución de artefactos apunta hacia un contacto estrecho con las regiones vecinas de Yojoa y Comayagua hacia el sur y el este, con limitados contactos directos con el valle de Copán, hacia el oeste. El intercambio de materias primas, productos terminados e imaginería estilística, demuestran lazos foráneos con comunidades del sur en regiones como El Salvador, Nicaragua, y Nicoya-Guanacaste, Costa Rica, y hacia el norte con las tierras bajas mayas del centro y norte (véase Henderson 1992a, 1992b, 1988, 1984; Henderson et al. 1982; Hirth 1988; Joyce 1996, 1993b, 1991, 1986, 1985).
Las comunidades ulúas del Clásico Tardío operaban en esferas de interacción relativamente independientes, pero indiscutiblemente superpuestas. Si bien no se encontraban unidas bajo el control de un centro político, las comunidades compartían nociones generales de estilo, más marcadamente en lo que se refiere a los diseños de la alfarería pintada polícroma que se producía localmente (véase Joyce 1993b, 1991, 1985). La iconografía polícroma se nutrió de las tradiciones locales, así como también de la más amplia Mesoamérica (Joyce 1993, 1991; Robinson 1978; Stone 1957; Strong, Kidder y Paul 1938; Viel 1978). Presente en todos los tipos de contextos, la distribución de la alfarería polícroma y el acceso a ella no parecen haber estado restringidos en la región. En realidad, la producción puede haberse dado a nivel de unidad doméstica. Los investigadores han planteado que los estilos específicamente polícromos parecen haber sido usados como marcadores visuales para identificar a la comunidad (Joyce 1993b, 1991; Sheptak 1987).
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Entre las importaciones exóticas hay jades trabajados, objetos de oro, Spondylus, obsidiana verde, y cerámicas ornamentales (Hirth 1988; Joyce 1991). El jade más probablemente se importaba bajo la forma de objetos terminados y como una materia prima que posteriormente se labraba con un estilo local (véase Hirth y Hirth 1993).
En las Figuras 2a-2c se muestra: el corpus Peor es Nada: siete jades, dos vasos de mármol y dos polícromas (que no aparecen) (Cortesía del Middle American Research Institute; véase Stone 1972: 141).
Los vasos de mármol de Ulúa están entre los objetos de lujo producidos localmente, y se los ha asociado con otros ítems ornamentales entre los que se cuentan las cerámicas polícromas, los jades, y los objetos de oro (Henderson 1992a; Stone 1972, 1977; Schaffer 1992). A diferencia de las polícromas, los datos actuales sobre los vasos de mármol indican que sólo se los encuentra en el valle en contextos con algún propósito especial y/o de status elevado. Y que estos vasos de mármol muy probablemente señalaran a una comunidad en forma específica en el sitio de Travesía, de una manera muy parecida a como las cerámicas polícromas funcionaban como una marca de identidad.
Hay aproximadamente 140 vasos de mármol estilo Ulúa completos, al igual que fragmentos, en instituciones de los Estados Unidos, Europa y Centroamérica, y otros pocos en bodegas de excavaciones en Honduras y Guatemala; otros 30 a 50 pertenecen a coleccionistas privados, buena parte de los cuales están a la vista del público en museos. Esto hace que el corpus conocido ascienda aproximadamente a 200 vasos, y atestigua la rareza y carácter tan especial de los vasos.
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De aquellos vasos con un sitio de origen conocido, aproximadamente el 60% corresponden al área de Travesía, incluyendo a los sitios cercanos de Santa Ana, Mantecales, La Mora, Peor es Nada, y Puerto Escondido. Hay una ausencia muy notable de estos vasos en los demás centros regionales que conocemos, tales como La Guacamaya, Calabazas, Curruste, y Villanueva. 1 En las regiones vecinas, los vasos provienen de centros como El Abra (Nakamura 1987), Tenampua, y Salitrón Viejo (Hirth y Hirth 1993).
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Los vasos se encuentran en los prominentes centros de Nacascolo (Abel-Vidor et al. 1987; Stone 1972, 1977), Vidor, Iguanita (F. Lange, comunicación personal, 2002) y Ortega (Ferrero 1981), en Guanacaste, y Altun Ha (Pendergast 1990, 1982), en San José (Thompson 1939) y Uaxactún (Kidder 1947) en las tierras bajas mayas del centro; se excavaron varios fragmentos de vasos en el valle del Motagua (G.R. Walters, comunicación personal, 2002), y existe un fragmento que proviene de Chac Balam (Guderjan 1995).
Nota Final
- El pillaje de sitios en el valle de Ulúa en busca de vasos de mármol es un problema endémico. Muchos sitios han sido completamente destruídos por estas actividades de expolio. Además, el coleccionismo de vasos de mármol ha ido en aumento durante los últimos veinte años y el mercado está saturado de piezas falsas (véase Luke y Henderson 2003).
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