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Proyecto Vasos de Mármol Estilo Ulúa: Divulgación de Resultados
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Introducción
El fértil terreno aluvial del Valle de Ulúa, en el noroeste de Honduras, abarca ca. 2,400 kilómetros y presenta una amplia gama de condiciones medioambientales además de una rica y variada flora y fauna, entre la que se cuentan venados, tapires, monos, quetzales, y felinos. En el norte, donde el río Ulúa se junta con el Caribe, hay conchas y otros recursos marinos disponibles. Hay una fuente local de obsidiana en el costado sudoeste del valle, y el jade del valle del Motagua se encuentra al oeste, justo sobre la frontera entre Honduras y Guatemala. La región era particularmente conocida por el cacao, encontrándose entre las más ricas de Mesoamérica según los documentos de la conquista. Los ríos Chamelecón, Ulúa, y Comayagua que fluyen en el valle, proporcionan rutas naturales de comunicación hacia Yucatán y las tierras bajas mayas centrales y del sur, al igual que hacia el centro, sur y este de Honduras y hacia la porción inferior de Centroamérica. Este valle exuberante y su situación geográfica excepcional comúnmente descrito como la "Frontera Maya" sitúa al valle en un lugar clave con interacción entre las culturas de la porción inferior de Centroamérica y aquellas de las tierras bajas mayas. El objetivo de este proyecto es entender de qué manera un objeto específico, en este caso los vasos de mármol de Ulúa, funcionaron en esta variada región durante el período Clásico Tardío.
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Los vasos de mármol de Ulúa representan un bien de lujo que era producido en el valle y canjeado en las regiones vecinas, como así también en las comunidades más distantes de Guanacaste, Costa Rica, y las tierras bajas mayas centrales. Durante mediados de la década de 1920 y la década de 1930, dos arqueólogos E.G. Gordon (1920, 1921) y Doris Stone (1938) volvieron su atención hacia estos exquisitos vasos (véase también Stone 1972, 1977). Sin embargo, no fue sino hasta la exposición de Anne-Louise Schaffer realizada en 1992 en el MFA de Houston On the Edge of the Maya World (En el borde del mundo maya) que se llevó a cabo una investigación más actualizada. Mi estudio surge de estas propuestas de historia del arte y combina información sobre patrones de asentamiento, contextos arqueológicos, análisis estilísticos y análisis químicos, para indagar sobre el uso y producción de las vasijas. El marco teórico básico es que los artefactos que representan un alto nivel de habilidad artesanal con una iconografía compartida, una distribución limitada, y marcas químicas similares, representan artículos de lujo que muy probablemente fueron producidos en lugares centralizados por artesanos que trabajaban para mecenas acomodados (véase Ball 1993; Beaudry 19984; Clark 1995; Clark y Perry 1990; Clark y Houston 1998; Costin 1991, 1998; Inomata 2001; Reents-Budet 1994, 1998; Reents-Budet et al. 1994; Reents-Budet et al. 2000).
Mis resultados preliminares sobre los vasos indicaron que las formas estandarizadas, la elaborada iconografía labrada, la distribución limitada en contextos putativos de status elevado dentro del valle y fuera de la región, y la concentración de vasos en el valle central de Travesía, apuntaban decididamente a una producción centralizada. Los análisis petrográficos y de isótopos estables de los vasos y de las potenciales fuentes de obtención, se realizaron con la esperanza de que los resultados terminaran de confirmar una producción descentralizada o una producción centralizada, y proporcionaran una hipótesis de trabajo acerca de cuáles fuentes pudieron haberse usado para la obtención de la materia prima (véase Luke y Tykot 2002). Los resultados han confirmado que se trataba de una producción centralizada.
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