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Asentamiento en las Colinas y Planeamiento Urbana en el Clásico Tardío de Copán, Honduras
Informe provisional
Traducido del Inglés por Alex Lomónaco
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Año de Investigación: 2000
Cultura: Maya
Cronología: Clásico Tardío
Ubicación: Copán, Honduras
Sitio: Región del Comedero
Tabla de Contenidos
Introducción al Proyecto de Harvard para el Grupo 9J-5
Propuesta para el financiamiento de FAMSI
Resultados de la propuesta a la fecha
Esbozo del Informe Final
Referencias Citadas
Introducción al Proyecto de Harvard para el Grupo 9J-5
El reciente proyecto en el Grupo 9J-5 se desarrolló a partir del interés creciente demostrado por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH), por proteger algunas áreas de las colinas norteñas de las ruinas de Copán. Actualmente, los antiguos monumentos en esta región de las colinas están ubicados en tierras que son de propiedad privada. El objetivo a largo plazo ha sido el de trabajar para llegar a incorporar los monumentos de esta área al parque arqueológico de Copán, un sitio que UNESCO ha declarado Patrimonio de la Humanidad, y que actualmente representa el tercer generador de divisas en concepto de turismo para Honduras. Es así que los planes para la preservación de estos monumentos y su inclusión dentro de la competencia administrativa del Instituto están en curso, como queda demostrado nada menos que con el diseño de un nuevo plan de gerenciamiento del parque, cuya fecha de presentación está fijada para fines de marzo del 2001.
En 1994, el dueño de las tierras que rodean al Grupo 9J-5 pasó la topadora sobre una porción menor del sitio, con el objeto de construir una nueva casa. El profesor William Fash, de la Universidad de Harvard, ha reconocido ya hace tiempo la importancia del grupo (véase Fash 1983), y ante la premura del Instituto, al año siguiente dio inicio al Proyecto Arqueológico del Grupo 9J-5. Fash ha actuado como Director del Proyecto desde entonces, y Allan Maca, estudiante graduado de Harvard, ha venido cumpliendo las funciones de Director de Campo desde 1996. Muchos de los datos obtenidos a lo largo de cinco temporadas de excavaciones a pequeña y gran escala efectuadas en 9J-5, están incluídos en la tesis de doctorado de Maca (de próxima aparición).
Dentro de la tipología de Harvard (véase Willey y Leventhal 1979), el Grupo 9J-5 es un sitio Tipo 4, esto es, se encuentre entre los más complejos y monumentales del Valle de Copán. Fuera del Grupo Principal, sólo hay otros ocho agrupamientos arquitectónicos que ostentan dicha designación. El Grupo 9J-5 consta de más de treinta montículos organizados alrededor de seis plazas. Aunque hay estratos considerablemente más antiguos (que datan de ca. 500 d.C.), toda la arquitectura de superficie estudiada, al igual que los depósitos, datan de los períodos Clásico Tardío y Clásico Terminal, entre el 750 y el 950 d.C. Dos de las plazas del grupo son considerablemente grandes y notables. La Plaza B mide aproximadamente 20 × 40 metros, y está enmarcada en sus cuatro lados por arquitectura, entre la que se destaca una estructura simple de 30 m de longitud sobre su lado este. La Plaza A, que cubre un área más reducida que la Plaza B, es tal vez el conjunto arquitectónico más llamativo del grupo. Su arreglo en forma de U, elevado y monumental, los remanentes de la escultura de su fachada, y su extensa vista del sudeste del Valle de Copán, hacen de esta plaza una de las maravillas más notables de la antigua ciudad.
Ubicado aproximadamente a 600 metros hacia el noroeste del Grupo Principal de ruinas, en la región de Comedero (Fash y Long 1983), el Grupo 9J-5 está asentado unos veinte metros por sobre el piso del valle. A 617.50 m por encima del nivel del mar, la elevación de la Plaza A está dentro de la elevación en unos cincuenta centímetros, de la plataforma de la Acrópolis Este, sobre la que se apoyan los prominentes edificios del Patio Este, entre ellos el Ayuntamiento (Estructura 10L-22A) y el Templo 22 (Estructura 10L-22). Si no fuera por la actual cubierta boscosa que exhibe el Grupo Principal, uno podría vislumbrar más allá de los restos de la estructura sobre la Escalera Jeroglífica, la plataforma (de danza) ubicada inmediatamente al sur de la Estructura 22A en el Patio Este.
Desde el lado oeste de la Gran Plaza del Grupo Principal (con una elevación aproximada de 600,00 metros), los restos de una de las dos antiguas calzadas (o sacbés) se extienden hacia el noroeste en forma de arco, para terminar justo a 100 metros del Grupo 9J-5. El real punto de su término está marcado por una estructura baja cerca de la base del Cerro Chino, una colina al oeste del Grupo 9J-5 sobre la que descansan aproximadamente diez montículos que datan de los períodos Protoclásico y Clásico Temprano. Parte de la extensión final de esta calzada se extiende a lo largo del lado oeste del Grupo U (Plaza A) en 9J-5.
Fash ha propuesto que los caminos eran usados por los peregrinos y los celebrantes para unir el Grupo Principal con el Cerro Chino, y que este último pudo haber servido como santuario natural o monumento ancestral. Debido a la proximidad de 9J-5 con el Cerro Chino, su asociación directa con el camino, y la presencia de fragmentos de esculturas que se descubrieron en un estudio de superficie, Fash planteó una hipótesis según la cual el Grupo 9J-5 habría sido integrado de manera intencional a la esfera dinástica (1983). Las excavaciones de prueba llevadas a cabo durante la década de 1980 y en 1995, demuestran que la mayor parte de la gran arquitectura de superficie en el sitio, data de la fase cerámica Coner, del Clásico Tardío. El proyecto se inició con el objeto de determinar hasta qué punto el crecimiento del sitio podía ser atribuído a designios de la realeza para una circunscripción social y espacial de las comunidades o linajes locales. Por ejemplo, ¿el Grupo 9J-5 se desarrolló ex nihilo por un propósito dictado por la dinastía, o por el contrario, el sitio ya tenía su propia historia, larga y compleja? Para responder a ésta y otras preguntas, el proyecto comenzó con tres objetivos simples: entender (1) la duración de la ocupación en el sitio; (2) la relación entre el sitio y el sacbé; y (3) qué información relacionada con el sitio podía entresacarse de los motivos escultóricos en situ.
Antes de 1995, otros dos proyectos abrieron pozos de prueba en 9J-5: PAC I a fines de la década de 1970 (durante el cual William Fash en persona supervisó las excavaciones); y una extensión del PAC II (durante la cual Ann Corinne Freter, por aquel entonces de la Penn State, supervisó las excavaciones de alrededor de una docena de pozos). El actual Proyecto Arqueológico Harvard/IHAH en el Grupo 9J-5, comenzó en gran medida como un reconocimiento de las esculturas, y buena parte de los pozos de prueba estratégicos se abrieron junto a los lados de los edificios grandes. Esto se hizo así en un esfuerzo por evaluar la mayor importancia del sitio durante el período Clásico Tardío, y para posibilitar la realización de análisis comparativos con otros monumentos que incluyeran esculturas, ya fuere en el Grupo Principal o en otros lugares (como ya se hiciera con éxito en los proyectos del PAC I a PAAC, y en los trabajos en curso del Proyecto Mosaicos de Copán, que dirigen conjuntamente William Fash y Barbara Fash).
Sin embargo, en los comienzos de la temporada de campo 1997, se descubrió que el sitio tenía una historia más larga y más compleja de lo que se había anticipado. Aunque se hallaron docenas de fragmentos de esculturas, ninguna pudo ser encontrada en situ. En todo caso, un número significativo de fragmentos escultóricos fueron hallados incorporados a construcciones posteriores correspondientes al final del siglo 9 o principios del siglo 10. Debido a este descubrimiento, se modificaron los métodos y los objetivos para que pasaran a incluir excavaciones limitadas en dos grandes edificios (9K-89 y 9K-88), y en secciones de la plaza (Plaza B) asociadas con los mismos. Ello se estimó necesario a fin de obtener más y mejor información sobre el desarrollo del sitio, para intentar dar una respuesta a las preguntas iniciales llevando a cabo directamente una exposición horizontal. A través del análisis de la estratigrafía y de las cerámicas excavadas, sabemos actualmente que el sitio estuvo ocupado hasta el siglo 10 y durante buena parte del mismo. Ello caracteriza por primera vez una fase cerámica del Clásico Terminal para Copán, una fase que acentúa el papel jugado por los grupos de asentamientos de las colinas al norte de la ciudad.
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Asentamiento en las Colinas y Planeamiento Urbana en el Clásico Tardío de Copán, Honduras (40 KB)
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Entregado el 6 de febrero del 2001 por:
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