Fuentes de Origen del Betún en la Región Olmeca
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Obtención e Intercambio de Betún en la Región Olmeca
Estudios geoquímicos en Mesoamérica han mostrado que el petróleo producido en la Meseta Costera del Golfo de México (muestras extraídas mayormente de pozos profundos) caen dentro de cinco grupos distintos químicamente mayores, que reflejan el medioambiente y la edad de cada formación - Oxfordiense (2 grupos), Titoniano, Cretáceo Tempranos, y Terciario (Guzmán-Vega y Mello 1999). Los pozos que producen petróleo químicamente similar, se agrupan dentro de áreas de superficies discretas (Guzmán-Vega y Mello 1999; Guzmán-Vega et al. 2001). En la región Olmeca, los pozos en la porción oriental producen petróleo clasificado dentro de, por lo menos dos grupos distintos químicamente y espacialmente, que pertenecen a la familia del petróleo Titoniano (Guzmán-Vega y Mello 1999).
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La ubicación del campo inicial de yacimientos de betún fue auspiciado por un informe de la Marina de Estados Unidos (Shufeldt 1872) que incluye información sobre yacimientos naturales alrededor del Río Coatzacoalcos y sus tributarios. Localicé y colecté muestras de campo de siete de las 16 yacimientos listadas en el informe, junto con otras cinco (Figura 3, Figura 4 y Figura 5), usando cucharas de metal y muestreo del medioambiente en frascos de vidrio con cierres de línea Teflón. También se colectaron trozos de betún de la playa adyacente a la boca del Río Coatzacoalcos. Se adquirieron muestras de betún arqueológico de contextos del Preclásico Temprano en ocho sitios Olmecas (Figura 6; Tabla 2).
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Se analizaron diez campos y 15 muestras arqueológicas por GC/MS para patrones biomarcadores. Se procesaron muestras de betún con el método estándar y se analizaron a modo de escaneo completo (50-550), y modo de monitoreo selectivo de iones (SIM, por sus siglas en inglés), y se obtuvo masa cromatogramos de terpanos (m/z 191), esteranos (m/z 217), esteranos monoaromáticos (m/z 253), y esteranos triaromáticos (m/z 231).
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Los patrones de distribución de esteranos y terpanos en las muestras de campo, les permite estar divididas provisionalmente en seis grupos (Grupos A-B y F-I) basado en sus rasgos biomarcadores (Figura 7). Todas menos una de las muestras de campo, probablemente derivadas de las rocas de la fuente pre-Terciario (Jurásico Superior a Cretáceo [período de formaciones de rocas]). En contraste con las muestras de campo, los patrones de distribución de esteranos, obtenidos de las muestras arqueológicas generalmente se ven más jóvenes (menos maduras). Los 15 especímenes arqueológicos se pueden clasificar temporalmente dentro de cinco grupos (Grupos A-E; Figura 8), basados en sus caracterización biomarcadores.
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Algunas muestras arqueológicas correlacionan bien con su posible fuente de material del yacimiento de betún usando rasgos geoquímicas (biomarcadores). La Figura 9 muestra que el patrón de distribución de esteranos y terpanos obtenidos de la muestra arqueológica #111 (San Lorenzo, B3, Monumento 57), la que es muy similar a la muestra de campo #8 colectada de Emilio Carranza, y al petróleo crudo producido de las formaciones Jurásico Superior Titoniano (Guzmán-Vega y Mello 1999).
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Se puede hacer otra correlación para la muestra arqueológica #104 (Isla Alor), y la muestra de campo #16 (La Concepción) (Figura 10). Sus rasgos geoquímicos también correlacionan moderadamente bien con el petróleo crudo producido de la fuente de roca arcilla marina Jurásico Superior Oxfordiense, colectada de pozos profundos del océano en el Golfo del sur de México (Guzmán-Vega y Mello 1999) cerca de 400 km NE de la Isla Alor y La Concepción. Parámetros geoquímicos para ambos campos y muestras arqueológicas apoyan su similitud.
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Algunas de las otras muestras arqueológicas (Grupos D y E) parecen bastante similares al betún derivado de la roca de origen Cretáceo (Guzmán-Vega y Mello 1999), basado en los patrones de distribución de esteranos y terpanos. Por lo tanto creo que hay un buen potencial para localizar yacimientos que contienen betún que datan del Cretáceo, lo que nos permitirá correlacionar resultados de la fuente de betún arqueológico potencial del material.
Merece la pena hacer notar que aunque los pozos en la región Olmeca, producen petróleo clasificado dentro de por lo menos dos grupos químicamente y espacialmente distintos, pertenecen a la familia del petróleo Titoniano, el betún de yacimiento en la misma región es más variado químicamente, pertenecen a las familias de petróleos Oxfordiense, Titoniano, y Terciario. Es más, los datos arqueológicos de betún, sugieren que hay yacimientos en la región que pertenecen a la familia del petróleo Cretáceo.
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Rastrear el betún arqueológico en las ubicaciones de su origen, es actualmente un desafío debido al pequeño número de yacimientos de betún identificado, y las pocas muestras colectadas y analizadas. No obstante, las siete muestras arqueológicas de San Lorenzo, caen dentro de dos grupos (B y E). Un grupo (B; Figura 11) con dos muestras correlaciona el betún colectado de los yacimientos de Emilio Carranza distantes a ~23 km. El otro grupo (E; Figura 12) con cinco muestras tiene atributos químicos similares, como las muestras colectadas de los sitios El Macayal y La Nueva Abundancia. Como se menciona arriba, la muestra de la Isla Alor (#104) correlaciona bien con el betún de La Concepción (#16) localizada ~45 km de distancia (Figura 13).
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Mientras que la muestra de la Isla Alor, pudo haber sido obtenida de La Concepción, parece concebible que fue adquirida en un yacimiento todavía no identificado, situado cerca al sitio. Las dos muestras colectadas del Bajío, son similares químicamente la una de la otra (Grupo C; Figura 14), pero no correlaciona con ningún yacimiento de material colectada o a cualquier petróleo crudo publicado. Las muestras colectadas en el Paso los Ortices, El Azuzul, y Loma del Zapote, forman el grupo final (D; Figura 15), y no pueden estar correlacionadas en el presente con ningún yacimiento, pero creo que colecionando allá más muestras de campo, existe una buena posibilidad de localizar yacimientos con betún químicamente similar al Grupo D, (como también al Grupo E) betún arqueológico, ambos parecen haberse originado en las reservas de la edad Cretácea.
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Durante el Preclásico Temprano, el Olmeca que vivía en sitios circundantes a San Lorenzo, explotó una serie de yacimientos de betún químicamente distintos. Ciertos yacimientos pudieron ser preferidos y explotados, durante diferentes fases del Preclásico Temprano, o el patrón puede indicar que los sitios circundantes al centro regional de San Lorenzo, se incorporaron en diferentes redes de obtención, reflejando un sistema regional de intercambio e interacción complejo. Los sitios con muestras de betún arqueológico químicamente similares, forman grupos quizás indicando la presencia de por lo menos tres redes de trabajo regionales de San Lorenzo representados por los siguientes sitios: (i) San Lorenzo, El Macayal, y La Nueva Abundancia (Figura 16); (ii) Paso los Ortices, Loma del Zapote, y El Azuzul (Figura 17); y (iii) El Remolino (Figura 18). Estos grupos también pudieron reflejar algún grado de obtención independiente, donde los individuos obtenían betún de yacimientos locales para sus necesidades personales o del grupo. Se necesita más información para evaluar estas ideas.
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