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FAMSI © 2004: Robert M. Rosenswig |
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El Proyecto Formativo Soconusco
Año de Investigación: 2002 Tabla de Contenidos
Introducción El sitio de Cuauhtémoc está ubicado dentro de una zona del Soconusco que no ha sido documentada con anterioridad y que se encuentra entre las organizaciones estatales del Formativo Temprano de Mazatlán (Clark y Blake 1994), el centro del Formativo Medio de La Blanca (Love 1993) y el centro del Formativo Tardío de Izapa (Lowe et al. 1982) (véase Figura 1). Aprovechando la refinada cronología del Soconusco (Cuadro 1), el trabajo de campo que se describe a continuación aporta datos que permiten rastrear el desarrollo de Cuauhtémoc durante los primeros 900 años de vida de asentamiento en Mesoamérica. Este período de tiempo está dividido en siete fases cerámicas, y de esta forma, permite que se rastreen, prácticamente siglo por siglo, los cambios ocurridos en todas las clases de cultura material. Estos datos están siendo utilizados para documentar el surgimiento y el desarrollo de las complejidades sociopolíticas en el área. Además de los procesos locales, el objetivo de esta investigación es determinar la naturaleza de las relaciones cambiantes entre las élites de la Costa del Golfo de México y el Soconusco. El trabajo también apunta a ser significativo en lo que respecta a cruzamientos culturales, dado que Mesoamérica es sólo una entre un puñado de áreas del mundo donde la complejidad sociopolítica surgió independientemente, y el Soconusco contiene algunas de las sociedades más tempranas en las que esto ocurrió (Clark y Blake 1994; Rosenswig 2000). El sitio de Cuauhtémoc representa una oportunidad única para estudiar los desarrollos culturales, puesto que el trabajo de la temporada 2001 (Rosenswig 2001), y las excavaciones del 2002 que patrocinó FAMSI, documentan que este sitio tuvo una ocupación continua desde que se asentaron las primeras aldeas como consecuencia del surgimiento de las lejanas capitales olmecas de la Costa del Golfo. La larga tradición de trabajo sobre los períodos Formativos del Soconusco (por ejemplo Blake et al. 1995; Clark y Blake 1994; Ceja 1985; Coe 1961; Coe y Flannery 1967) ha dado como resultado una secuencia cerámica bien conocida. Sin embargo, ningún sitio previamente estudiado tuvo una ocupación continua desde los tiempos de Barra hasta Conchas. La Victoria estuvo ocupada durante las fases Locona/Ocos y Conchas (Coe 1961). Salinas la Blanca estuvo ocupada durante las fases Cuadros y Jocotal (Coe y Flannery 1967). El centro La Blanca del Formativo Medio estuvo ocupado durante los tiempos de Conchas (Love 1989, 1993, 1999). El centro Paso de la Amada del Formativo Temprano estuvo ocupado durante las fases que van de Barra a Cherla y fue abandonado durante el período inicial de San Lorenzo (Ceja 1985; Clark y Blake 1989, 1994). Cuauhtémoc es el único sitio en el Soconusco documentado hasta este momento que estuvo continuamente ocupado durante el Formativo Temprano y el Formativo Medio, desde las fases Barra hasta Conchas (Cuadro 1). La fase Conchas del Formativo Medio temprano representa la ocupación más prolongada de Cuauhtémoc. Durante este tiempo el sitio alcanzó su máxima expansión y se construyeron montículos arquitectónicos. Este apogeo corresponde al surgimiento del centro regional de La Blanca, construido en torno a un montículo central de 25 m de altura. Cuauhtémoc parece haber sido un centro secundario de esta capital regional, y fue abandonado después de casi un milenio de ocupación, cuando La Blanca se despobló después del período Conchas. Junto con el abandono concomitante de estos dos sitios, las investigaciones en curso realizadas por el Proyecto Formativo Soconusco (Soconusco Formative Project) (financiado por la National Science Foundation), demuestra que toda la región fue virtualmente abandonada al final de la fase Conchas. Al tiempo que éste es un proceso cultural interesante, también significa que los materiales más tempranos no han quedado enterrados bajo el peso de otros períodos posteriores. El sitio de Cucuhtémoc cubre 4.8 hectáreas y contiene un montículo preservado de 3 m de altura, un montículo recientemente perturbado de 5 m de altura, y otro montículo linear que también fue recientemente perturbado y que aproximadamente medía 100 × 25 m y que tenía 2 m de altura (Figura 2). Estos dos últimos montículos fueron aplanados recientemente por maquinaria pesada. Además, como hoy en día este sitio es parte de una plantación bananera, ha sido cortado por trincheras de 3 m de profundidad que tienen varios kilómetros de largo, con una separación de 100 m entre cada una. Estas zanjas ponen al descubierto depósitos culturales hasta llegar a estratos de arcilla estéril, y permiten que esta temprana aldea mesoamericana pueda ser documentada en cortes transversales. Aparte, cada 30 m hay un drenaje de 1 m de profundidad que corre perpendicular a las zanjas principales. Si bien hay que lamentar el daño que se le ha infligido al sitio, ello aporta una vista sub-superficial notablemente extendida de los yacimientos culturales. Durante la temporada de 2001, hicimos recolecciones sistemáticas de superficie y mapeamos una sección de 220 m del perfil producido por una de las trincheras principales (Rosenswig 2001). El perfil de la trinchera reveló una sección de 100 m de largo de una ocupación del Formativo Temprano, flanqueada por dos líneas de basurales de 30 m de largo que contenían restos de los períodos San Lorenzo tardío y La Venta temprano. El clic para descargue el informe en el formato de PDF: El Proyecto Formativo Soconusco (913 KB) Los archivos PDF requieren el Adobe Acrobat Reader.
Entregado el 6 de septiembre del 2002 por: |
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